La feria internacional de Silleda acoge los salones de turismo Turexpo y Festur, donde los destinos menos conocidos de la comunidad triunfan a base de naturaleza, gastronomía y fiestas
04 jun 2022 . Actualizado a las 21:55 h.«Esto é a Galicia escondida», comenta Jose frente al stand de Vilariño de Conso. Su empresa, Turvegal, es la encargada de llevar a cabo el proyecto de dinamización turística de la localidad ourensana. Por eso está estos días en la feria internacional de Silleda, que acoge la Semana Verde de Galicia del 2 al 5 de junio. Una cita en la que están incluidas Turexpo, el Salón Turístico de Galicia, y Festur, la Feria de Fiestas de Interés Turístico. Un escaparate en el que reúnen algunos de los destinos más desconocidos de la comunidad, que llevan dos jornadas cosechando éxitos a base de naturaleza, gastronomía y, por supuesto, fiestas.
«No conocemos lo que tenemos aquí al lado» era una de las frases que más se escuchaba entre los expositores y el público, que tras una mañana de viernes más enfocada a las excursiones escolares y las reuniones entre destinos y turoperadores, empezó a llenar a el recinto ferial con ganas de disfrutar de una cita que llevaba dos años paralizada por la pandemia.
Tampoco hace falta irse lejos para encontrar una prueba de que poco se sabe de los encantos de buena parte de la comunidad. En el propio stand de Silleda, muchos se sorprendían de que la localidad tiene una de las representaciones más singulares de la Virxe do Leite, a la que se le ve el pecho mientras amamanta al niño, como si hubiera predicho la canción de Rigoberta Bandini. «Muy poca gente lo sabe», explican en el expositor, donde también apuestan por promocionar el monasterio de Carboeiro, la fervenza do Toxa, las rosquillas de Abade, el lacón y la empana de A Bandeira.
El público de la Semana Verde tiene ahora la posibilidad de descubrir destinos como Rairiz de Veiga. «Es un pueblo con poca población, que poca gente conoce, pero que tiene una gran extensión de bosque autóctono», cuentan en el stand, donde reconocen que a veces tienen que explicar dónde está situada la localidad ourensana, que limita con Xinzo de Limia. Se trata de uno de esos paraísos escondidos donde respirar calma que atrae a buena parte de sus visitantes por la fiesta de moros y cristianos, conocida cono romería de Saínza, que se celebra en septiembre. Pero incluso quienes van a disfrutar de la cita desconocen las maravillas naturales del municipio, que cuenta con el carballo más grande de España.
Puestos a hablar títulos, pocos peregrinos que pasan por Negreira saben que Ponte Maceira, uno de los núcleos de paso obligado hacia Fisterra, es uno de los pueblos más bonitos de España. Es una de las tres localidades gallegas que cuenta con esta distinción. Pocos saben también que Ribadavia, Monforte y Tui cuentan con un gran patrimonio judío bien conservado «y señalizado», explican en el expositor de la Red de Juderías de España. La asociación busca recuperar la historia sefardí y señala que «muchas personas cuyos antepasados vivieron en Galicia vienen ahora para conocer sus orígenes». Algo que supone oportunidad para diversificar el turismo en la comunidad.
Y es que si el problema es el desconocimiento del patrimonio gallego, la solución es sacarlo a la luz a través de las distintas iniciativas que se pueden ver en la Semana Verde. Javier, al frente del expositor de Ponteceso, cuenta con cierta ventaja porque la Costa da Morte se ha convertido e uno de los destinos en auge los últimos años: «Incluso ven xente que está en Sanxenxo e escapa do barullo e o calor. Este ano pasado foi diferente, pero chegou un montendo no que non había onde aloxarse. A xente está descubrindo territorio que non coñecía. En Galicia coñecémonos pouco, cada un está no seu territorio ou na súa comarca e non se move. Cada concello debía intercambiarse».
El stand de Ponteceso es un no parar, entre el reparto de caramelos a cada niño que pasa por delante, la llamativa réplica de un barco que atrae todas las miradas y las invitaciones a asistir a la Festa do Percebe do Roncudo el próximo julio, incluso Ana Pontón, portavoz del BNG, que asistió a la cita de Silleda el viernes, salía convencida de visitar la localidad. Y es que la oferta más llamativa de este rincón de la Costa da Morte son las visitas guiadas gratuitas que se pueden solicitar a través de la web del Concello y que buscan situarlo en el mapa turístico.
Un paseo por el espacio intermareal del río Anllóns, «que cambia completamente coa marea alta e baixa e é accesible ata para persoas con carritos de bebé»; la ruta Pondaliana, que pasa por atractivos como el Monte Branco donde el escritor acudía a inspirarse o la «fervenza da moura encantada»; el museo de arte contemporáneo Maccmo, «onde os artistas que reciben a beca para vivir en Corme deixan unha das súas obras»; los miradores como el de cabo Roncudo o la Torre do Faro, «coas súas escaleiras de caracol»; o las rutas de senderismo del Camiño dos Faros, aptos para los más aventureros, son algunos de los atractivos de Ponteceso.
Pero si algo destaca de la promoción turística de la localidad es su vinculación a otros destinos de la Costa da Morte. Javier explica que la unión entre municipios es clave para dar a conocer las maravillas más desconocidos de la zona. «Temos moitos cantís, un mar con moita vida, o cabo Roncudo como enseña do entorno, en Camariños o faro Vilán, en Malpica o faro de Ponte Nariga, en Laxe a praia dos Cristais, en Muxía a Virxe da barca... Cada pobo ten o seu encanto», zanja.
La unión entre municipios es precisamente una de las enseñas del pulmón verde de Galicia en Turexpo. Quiroga y Folgoso decidieron aglutinar fuerzas para acudir bajo la marca del Xeoparque Montañas do Courel. Una iniciativa que busca poner en valor el patrimonio geológico de la zona a través las aplicaciones que se le dio desde que aparecieron sus primeros habitantes. Y es que esa búsqueda de lo diferente es uno de los alicientes de los destinos que se muestran en Silleda.
Lo tienen claro en Burela, donde este verano recuperarán las visitas a la lonja, que «desde o ano pasado é a única poxa do mundo que ten unha subasta oral pero automatizada», explican en el stand. Esta actividad fue «o que máis en falta de botou durante a pandemia», añaden. Las propuestas vinculadas al mar son las que más atraen a los visitantes. Por eso, las apuestas para las vacaciones son el turismo náutico y la Feira do Bonito. Además, continuarán ofreciendo georrutas, ya que el municipio está declarado como lugar de interés geológico a nivel internacional.
La geología y el patrimonio industrial son precisamente sectores a explotar en Galicia y, en concreto, en la provincia de Lugo. Así lo confirman en el expositor de Mina Consuelo de A Pontenova. Famosa por su tirolina gigante, que actúa de imán para las visitas, acaba sorprendiendo a los visitantes que se animan a ponerse el casco y adentrarse en la antigua mina, donde las piedras de colores forman una estampa que queda grabada en la retina, explican.
La apertura de atracciones para atraer visitantes hacia destinos poco conocidos es otra de las soluciones que se plantean en la Semana Verde. En Vilariño de Conso, por ejemplo, quieren crear una parque multiaventura a gran escala. Algo que permitiría que los turistas conociesen maravillas como la calzada romana de Edrada, que se mantiene tal como era cuando fue construida debido a la poca afluencia de carros y personas. Y, para los lugares que tienen lagos o rías, el stand de Red Shark Bike muestra una propuesta novedosa: una especie de tabla de paddle surf que incluye accesorios para funcionar como bicicleta acuática, kayak o moto y que, de momento, se podrá disfrutar a partir de mediados de mes en Monforte.
Hay ganas de fiesta
Otra de las frases que más se puede oír entre los expositores de Festur es que «hay ganas de fiesta». Tanto en el stand de O Carballiño como en el A Arnoia buena parte de las preguntas del público es sobre esas celebraciones apartadas por la pandemia que este año regresan al calendario. Con el pulpo y los pimientos como bandera, ambos municipios ourensanos tiran de gastronomía, vino y naturaleza para atraer turistas. Y es que ambos pertenecen a la región con D.O. O Ribeiro.
Sin salir de la provincia, pero cambiando de denominación de origen, Monterrei promociona la Xuntanza Internacional de Gaiteiros. Un plan perfecto «para os amantes da música popular» que tendrá lugar el próximo sábado 11 de junio.
Tan solo una semana después, el día 18, se celebrará fiesta del Corpus Christi de Ponteareas, la única de Galicia declarada de interés turístico internacional. «A xente está moi emocionada por poder recuperar a data. Vai ser un ano moi especial. É algo xeracional. Os veciños se volcan en facer unha obra de arte que, aínda que sexa efímera, perdura en forma de orgullo todo o ano», explican en el stand, donde una alfombra floral sirve como píldora para saber lo que se van a encontrar los asistentes a la fiesta.
La tradición, que sostiene la fiesta de Ponteareas, es precisamente la clave del éxito de la Mostra do Encaixe de Camariñas. Una cita consolidada que está representada en la Semana Verde a través de las palilleiras que no dejan de trabajar ante la mirada del público. Cuentan que las niñas empiezan desde pequeñas a practicar el arte que puso a esta localidad de la Costa da Morte en el mapa, aunque la participación masculina es asignatura pendiente.
Si se continúa el calendario festivo, llega San Xoán. Y trae un plan perfecto para quienes buscar vivir una noite meiga alternativa. En Cuntis, Castrolandín acoge la Festa dos Fachos. «Faise unha especie de anel con piñas arredor do castro, se reparten os fachos entre as persoas que van predendo as piñas e queda un anel de lume, unha noite máxica», explican en el expositor. El municipio presume también de tener el balneario más grande de Galicia, por lo que promocionan el turismo «de saúde e natureza». Este último atractivo se puede disfrutar en forma de rutas de senderismo «de gran valor paisaxístico e que se fan con facilidade».
El Festival Celta de Ortigueira, la Romaría Vikinga de Catoira, la Festa dos Santos de Monterroso, la Semana Santa de Viveiro, la Festa do Galo de Curral de Vilar de Cruces o el Carneiro ao Espeto de Moraña son algunas de las citas ponen en el mapa a los destinos gallegos que participan en Festur. Algunos, como es el caso de Moraña, aprovechan la feria para ofrecer degustaciones de sus productos estrella.
Galicia enamora por el estómago
Una de las degustaciones que atrajo a decenas de personas en la tarde del viernes fue la del pan de Cea. El municipio lo tiene claro: se enamora por el estómago. Lo mismo sucede en Arzúa, donde el queso con denominación de origen es el único protagonista del expositor. «Todo o mundo ven preguntando polos queixos», aseguran.
Galicia atrae por sus sabores, está claro. El ejemplo está en Lalín, donde su famoso cocido no solo logró que la fiesta fuese la primera cita gastronómica declarada de interés turístico internacional, sino que puso kilómetro cero de Galicia en el mapa. «A xente ven para comer e descobre moitas cousas que non sabían que temos», explican en el stand. La Fraga de Catasós, «que ten castiñeiros de ata 30 metros de alto e 5 metros de diámetro» y cuenta con la categoría de monumento natural —la misma que la playa de As Catedrais—, es uno de los lugares que más sorprende a los turistas, añaden. Entre sus muchos atractivos, la naturaleza y el paisaje son los que más halagos reciben.
El senderismo y el turismo de naturaleza llegaron para quedarse
«A xente está preguntando moito por rutas de senderismo», cuentan en los stand de O Carballiño y A Arnoia. Es una de las consecuencias de la pandemia, cuando los turistas empezaron a escapar de lugares masificados para buscar el contacto con la naturaleza y la calma. En la localidad de los pimientos son conscientes de ello y, aprovechando la oferta de termalismo, optar por elegir «toma un respiro en A Arnoia» como eslogan.
Una de las prueba de que el senderismo vino para quedarse está en que este año, por primera vez, el programa Goza do Ulla tiene su propio expositor en la Semana Verde. Se trata de una iniciativa impulsada por los 20 municipios bañados por el río para celebrar una sesión de senderismo a la semana. Un total de 19 rutas que darán el pistoletazo de salida el próximo fin de semana.
Boqueixón es una de las localidades que participa en el programa de rutas y llega a la feria tirando de todos los atractivos mencionados. La gastronomía a través de sus conocidas pastelerías, las fiestas con citas como la Filloa de Lestedo o el entroido de los Xenerais da Ulla y la naturaleza a través del río. Además, cuenta con uno de esos enclaves rodeados de leyenda: el Pico Sacro, uno de los símbolos del Camino de Santiago.
La búsqueda de caminos a Santiago alternativos
El Camino de Santiago es el último de los alicientes que sirven para poner en el mapa los destinos más desconocidos de Galicia. En el stand de Vedra explican que «é un recurso moi importante para os concellos pequenos». Por allí pasan la Vía de la Plata y la ruta de Invierno y han decidido, junto a otros municipios, apostar ahora por el Camino Miñoto Ribeiro. «Aínda está en proceso de xestación, pouco a pouco empezan a pasar peregrinos, pero por exemplo este verán van pasar máis de 1.500 peregrinos que veñen á Peregrinación Mundial da Xuventude a finais de xullo», celebran.
La cercanía con Santiago, que se encuentra a unos 15 kilómetros de Vedra, es otra de las herramientas para fomentar el turismo en la localidad, popularmente conocida como «a horta e xardín de Compostela», explican. El enoturismo a través de la subzona de la D.O. Rías Baixas donde se ubica y el auge de su sector agroalimentario, en el que triunfan los licores, son muestra de ello. Además, cuentan que la oferta de turismo rural y de naturaleza no ha dejado de crecer. De hecho, una de sus apuesta para el verano se desarrolla alrededor del río Ulla, «o eixo vertebrador do concello», con diversas actividades y zonas de recreo.
El Miñoto Ribeiro no es el único camino sin oficializar que está presente en la Semana Verde. En A Estrada promocionan en la Camiño da Geira e dos Arrieiros. «Se está notando que xa aumentou o número de peregrinos. Buscan camiños alternativos, menos masificados», explican en el stand, donde la Rapa das Bestas y los Xenerais da Ulla completan la oferta turística.
«Los peregrinos buscan cada vez más caminos alternativos. Hay mucha gente que llega por la variante espiritual, el Barbanza tiene A Orixe que es desde Corrubedo hasta Padrón...», cuentan en el stand de esta última localidad. Conscientes del auge del Camino y la celebración del Año Santo, han optado por visibilizar su vertiente xacobea: «Según la tradición, el apóstol Santiago también estuvo en vida en Galicia y lo sitúan en dos lugares de Padrón: Iria Flavia y Santiaguiño do Monte. Ya de muerto, cuando lo trajeron de Palestina, amarraron la barca al pedrón que había en el puerto de Iria Flavia».
Su oferta turística bebe directamente de las rutas jacobeas. A las experiencias para los turistas y peregrinos que están en la capital gallega, se suma la posibilidad de hacer «el Camino en un día» para quienes no tienen tiempo de hacerlo entero: la pedronía. «Salen desde Santiago y llegan a Padrón. Son 25 kilómetros y les entregamos el diploma de la pedronía», explican.
Melide es otro de los destinos donde también tiran de tradición xacobea —es parada obligatoria de los peregrinos para comer pulpo— para atraer turistas con programas que permiten conocer el municipio en un día. También Mondoñedo, por donde pasa el Camino del Norte, han optado por seguir el ejemplo de la capital gallega y promocionar su patrimonio histórico y su catedral.
Incluso fuera de las fronteras gallegas, los itinerarios que llevan a Santiago tienen protagonismo. Un stand de León promociona el Camino Olvidado: «Es una ruta anterior al Camino Francés. Se utilizó sobre todo en los siglos VIII, IX y X, cuando Almanzor estaba conquistando la península y los peregrinos buscaban irse más al norte por seguridad». Una asociación formada por lo intenta recuperar desde hace ocho años, pero «realmente muchos pueblos tuvimos noticia de este camino porque empezaron a aparecer peregrinos que buscaban alternativas al Camino Francés», explican. A día de hoy ya cuentan con su propia señalización y albergues al final de cada etapa.
La Semana Verde parece poner de manifiesto que, ya sea fruto de la pandemia o del éxito que lleva a la masificación de algunos destinos, los visitantes empiezan a buscar alternativas hacia lugares más calmados y en contacto con la naturaleza. Igual que los peregrinos recuperaron el Camino Olvidado, los turistas pueden ahora descubrir la Galicia escondida.