El descenso del río Cerves hacia el Miño, en su caída por la comarca de O Ribeiro, deja varias piscinas naturales como As Mestas, Darriba y A Estrela, además de la exuberante fervenza de O Tourón
03 oct 2023 . Actualizado a las 19:39 h.Desde su nacimiento en la Serra de Faro hasta su llegada al Miño, el río Cerves desciende a lo largo del concello ourensano de Melón dejando cascadas y pozas de aguas cristalinas. En unos 600 metros de caída, que comienzan en la impresionante fervenza de O Tourón, el agua sigue su curso buscando camino entre las rocas y descansando en varias pozas, que el visitante encuentra en su camino. Las piscinas naturales de color esmeralda se van formando aguas abajo y las más destacadas son las de As Mestas, Darriba y A Estrela. El entorno natural y la necesidad de realizar una pequeña ruta a pie para llegar a cada una de las pozas —con diferentes dificultades para el caminante— las convierten en un espacio poco masificado e ideal para pasar una jornada disfrutando de un paseo en la naturaleza y de un buen baño.
La espectacularidad de los saltos del agua en invierno, cuando el cauce del río Cerves es mayor, hace de este espacio un lugar escogido por muchos caminantes y senderistas que suben hasta O Tourón y llegan a algunas de las pozas, a través de un sendero de madera con pequeños miradores sobre las diferente cascadas, que van dando paso a piscinas naturales de diferentes tamaños. En algunos momentos de la ruta es necesario salir de la pasarela de madera y hacer el recorrido por pistas y senderos. Además de disfrutar del camino, hay visitantes que aprovechan los pequeños saltos del Cerves para practicar actividades deportivas, como barranquismo.
Algunos señalan que las mejores épocas del año para visitarlas es el invierno y la primavera, si el plan no es darse un baño, por la espectacularidad de las cascadas. Sin embargo, es en verano, y para sortear el calor de las tierras ourensanas de O Ribeiro, cuando las pozas de Melón se convierten en uno de los espacios más demandados por vecinos y visitantes, ya que se encuentran entre grandes arboledas, por lo que sus aguas son frescas al no estar directamente expuestas al sol y tener un movimiento constante.
Todas las pozas de Melón son aptas para el baño -la profundidad es poca- aunque hay que tener precaución en algunas de ellas, ya que las rocas son resbaladizas, fundamentalmente por la existencia de musgo, por lo que no se recomienda acudir con niños pequeños o con personas con dificultades para caminar. Aún así, existen varias opciones para que los visitantes y vecinos elijan la que más les conviene: si prefieren no desplazarse demasiado o dar una buena caminata. La ruta se puede iniciar en la parte más baja, muy cerca de la capitalidad del municipio, al lado de la N-120 y muy cerca de la A-52. Un aparcamiento, un merendero y un área recreativa reciben al visitante antes de iniciar el paseo. Desde allí se inicia la ruta, señalizada, que lleva a As Mestas -donde están las pozas más grandes- y a las Fervenzas de O Tourón. Un sendero empedrado de un kilómetro y medio que sigue el curso del río. Se puede hacer el camino inverso, llegando a las fervenzas desde el pueblo que le da nombre, bajando hacia las pozas, donde tomar un descanso.