La tendencia en la Mostra da Olería son los nuevos colores y los elementos de servicios de mesa
05 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Hace ya años que a las piezas de barro de Buño han llegado los colores y las formas nuevas. Cada uno de los ocho alfareros que exponen desde ayer en la Mostra da Olería mantienen su estilo propio, muy diferenciado, pero muchos de ellos comparten tendencias. Una de ellas es la revisión de piezas clásicas, sobre todo las relacionadas con el servicio de mesa. Así, Gorín y Marilá presentan variaciones del botijo de rosca, una de los elementos más tradicionales. También hay novedades en las olas, con introducción otros materiales como el tejido, el cuero o el mimbre, como Feituras u O Falsete. También se introducen objetos tradicionales como las potas, aunque decoradas de forma muy poco habitual, con paisajes, como hace Mindiringuín, o con colores que hasta ahora no se veían habitualmente en la artesanía de Buño, como el rosa bebé de La Cacharrera o la finura del blanco y el azul marino de Gorín.
Todo eso se puede ver en la carpa instalada en el parque Luciano García Alén, donde ayer se realizó el acto de inauguración. A lo largo de la calle principal, Santa Catalina, están los puestos de venta. Algunos de esos objetos ya estuvieron en años anteriores en la exposición, que es donde se muestran los nuevos diseños, algunos de los cuales pasarán a formar parte del repertorio habitual de cada artesano.
En las tiendas cada vez se ven más piezas pequeñas, desde broches hasta imanes, pasando por pendientes o pequeños cuencos. Son los favoritos de los turistas para llevarse como recuerdo. Patricia, una madrileña con dos hijos, alojada en Anllóns, elegía en el puesto de los Cambón regalos para parientes. Recomendaba a sus hijos símbolos celtas, pero ellos prefirieron búhos y meigas. Estos alfareros, que están también en el castillo de Vimianzo, optaron este año por reproducciones moldeadas de faros y dólmenes.
El apoyo a la larga tradición alfarera de Buño fue el tema central de las intervenciones en la apertura, en la que hubo representantes de la Deputación, la Xunta, el Concello malpicán y de otros del entorno.