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El poderío de Mala Rodríguez brilla en la despedida del Festival de la Luz en Boimorto

Lucía Blanco
Lucía Blanco SANTIAGO / LA VOZ

VEN A GALICIA

Las altas temperaturas no frenaron al público, que lo dio todo en la última jornada de la cita con carácter solidario

30 ago 2022 . Actualizado a las 09:30 h.

Cultivar música para públicos de distintas edades, con gustos diferentes, y reivindicar sin complejos la calidad de vida en el rural. Esa es la filosofía del Festival de la Luzque se mantiene más viva que nunca tras una década de historia. Aunque adelanta sus fechas, pues solía celebrarse a principios de septiembre, la finca en la parroquia de Andavao (Boimorto) que alberga la casa natal de Luz Casal, puso punto final este domingo a tres jornadas llenas de música, gastronomía, artesanía, talleres y actividades. Un abanico de propuestas que permitieron a los asistentes, con vaso en mano y sombrero de paja para intentar vencer el calor, vivir la experiencia al máximo. Y es que las ganas de darlo todo fueron claves en una edición que recuperaba su formato tradicional.

Las primeras coreografías improvisadas surgieron tras las actuaciones de Tumba y Dálle y Abril. Por la tarde, la buena energía del cantante Carlos Sadness, cautivó Boimorto, especialmente durante la interpretación de Isla Morenita que coreó gran parte del público. La banda gallega, The Rapants, también sorprendió con el estreno de su nuevo tema: O avión. Mala Rodríguez, referente de la música urbana en nuestro país, era uno de los platos fuertes de la cosecha musical del evento. Y así lo confirmaron los cientos de personas que, media hora antes de comenzar el concierto, se acumulaban delante del escenario Xacobeo para poder disfrutar del espectáculo de cerca. «Hoy es un día muy especial. Estamos aquí todos reunidos celebrando la luz», comentó la andaluza nada más empezar. Seguridad, fuerza en la voz, un potente cuerpo de baile y la combinación de estilos como el hip hop, el reguetón o el trap, con toques aflamencados, definieron la actuación de la camaleónica artista que logró con temas como Aguante o Quién manda meterse a los presentes en el bolsillo.

«Aquí todos somos fuertes, no hay que rendirse nunca y hay que decir yo puedo». Con esta firme declaración de intenciones La Mala daba paso a su tema Agnus dei, pues su discurso sobre el empoderamiento y la libertad también acompañó a sus letras. Después de la fusión de géneros protagonizada por Rodríguez, el rock fue el ingrediente final de la edición. Tras la energía de Bala, el frenético ritmo de Ilegales puso el broche de oro al festival que volvió congregar a parejas, familias, niños y mayores. Y a demostrar que, independientemente de sus fechas y del cartel y bajo el paraguas de lo benéfico, la cita en Boimorto y la atmósfera que en ella se respira es un imprescindible durante el verano en Galicia.