Luces, guirnaldas, árboles y hasta proyecciones en las fachadas se postulan como las decoraciones más originales, que se concentran en los adosados y chalés que están en las afueras de la ciudad
21 dic 2022 . Actualizado a las 13:44 h.Un espectáculo de luz y de color en la puerta de casa. El espíritu navideño ha llegado a Lugo para quedarse durante las próxima ssemanas. Y sino que se lo digan a dos barrios que se llevan la palma de oro en esto de la iluminación, As Gándaras y la urbanización Castro Gil.
En As Gándaras, el premio gordo se lo lleva la casa de un matrimonio que reside en la Rúa Bolboreta y que es, un año más, un atractivo que desata pasiones entre lucenses e incluso turistas que descubren su existencia. Son casi cincuenta metros de luces, flores guirnaldas, muñecos que se mueven... Los selfies son ya la tónica habitual a los pies de este hogar, que más bien parece un lugar de peregrinación. Además, suyo es el mérito de «contagiar» a buena parte del vecindario. Cuando empezaron con su tradición de hacer la iluminación particular más rocambolesca de la ciudad, eran pocas las viviendas de As Gándaras que tenían adornos y luces. Sin embargo, las casas colindantes están ahora llenas de colores y árboles porque han seguido su ejemplo.
Más allá de la Rúa Bolboreta y a los pies de la Avenida Adolfo Suárez, en la urbanización Castro Gil se esconde otra calle de la alegría. De un balcón cuelgan unas letras a todo color que ya anticipan el 2023, y hay hasta un Papá Noel proyectado sobre la fachada de una vivienda particular. El símbolo de la paz, muñecos de nieve, árboles naturales decorados con serpentinas verdes, azules y rojas, cierres, balcones y portalones engalanados para la ocasión... El barrio es un frenesí navideño y son muchas las casas que han hecho piña para celebrar la llegada de las fiestas y el final del 2022.
La zona más urbana
Aunque estos dos barrios destacan sobre la iluminación de toda la ciudad, ya que se trata de zonas con adosados o chalés en las que tomar la decisión de instalar luces puede ser, a priori, más sencillo que hacerlo en una comunidad, lo cierto es que aquellos que viven en pisos tampoco se han quedado atrás. En Acea de Olga varios balcones crean un edén de colores en pleno Campus Terra.
En el resto de la ciudad amurallada aparece también algún Papá Noel trepando fachadas de forma anticipada y en las viviendas anexas al Paseo do Rato, dos casas resaltan de entre la multitud con un reguero de luces colgando de las fachadas.