La empresa de bicicletas Tuvalum y la agencia de viajes Tee Travel comparten todas las claves para convertirse en bicigrino
13 jun 2022 . Actualizado a las 10:52 h.¿Qué tienen en común Ronaldo y David Bisbal? Una pista: dos ruedas y una senda de flechas amarillas. Sí, los dos han hecho el Camino de Santiago en el bici. Mientras que el cantante lo completó en el 2009, el exfutbolista brasileño ha sido la última estrella en subirse al carro de los bicigrinos. Un grupo que en el los últimos años suponen cerca del 6% de las llegadas a la catedral. En lo que va de año, fueron casi 5.000 las personas que alcanzaron el Obradoiro a pedales. ¿Quieres sumarte a esta moda? La empresa de bicicletas Tuvalum y la agencia especializada Tee Travel nos dan las claves: qué bici elegir, qué material es necesario, cómo debes entrarte, cómo planificar la ruta... ¡Pilla el casco y síguenos!
Antes de empezar, hay un dato que todo bicigrino que quiera obtener la compostela debe saber. El requisito necesario para conseguir el certificado, que acredita que se ha realizado el Camino de Santiago, es haber realizado los 200 últimos kilómetros de alguna de las rutas oficiales, en lugar de los 100 kilómetros que se exigen a los peregrinos a pie. Además, las bicis eléctricas o e-bikes quedarían excluidas, según informa desde la Oficina del Peregrino.
Qué bicicleta elegir
Ismael Labrador, fundador de Tuvalum, recomienda optar por las bicicletas de gravel o de trekkíng. Las primeras son «parecidas a las de carretera, pero están adaptadas para rodar por tramos sin asfaltar». Las segundas están preparadas para las distancias largas, «suelen ser más cómodas y permiten colocar alforjas», resume.
¿Qué hacer si no tienes una bici de estas características? El experto advierte del error de optar por alguna variedad con ruedas lisas, ya que «el terreno no es de carretera, por lo que puedes resbalar, no es cómodo y no es eficiente». Por suerte, el bum de los bicigrinos ha propiciado que haya empresas que ofrecen el servicio alquiler de bicicletas, tanto normales como eléctricas. Una modalidad que desde Tee Travel recomiendan para aquellas personas que no están acostumbradas a rodar distancias largas.
El kit del bicigrino: qué material es necesario y cómo llevarlo
Además de la bicicleta, hay una serie de elementos que todo bicigrino debería llevar. Lo primero e imprescindible es el casco. En cuanto a la vestimenta, lo más recomendable es optar por ropa de ciclista. «Lo ideal es un maillot y un culote con protección porque al final son muchas horas las que pasamos sentados», explica Ismael Labrador. Para quienes no cuenten con ese material y prefieran tirar de fondo de armario, es importante elegir ropa ajustada «para que no se enrede en la cadena», añaden desde Tee Travel.
En cuanto al calzado, aunque en la agencia de viajes matizan que depende de lo cómodo que le resulte al bicigrino, en Tuvalum recomiendan utilizar calas: «El pie va ir unido al pedal, vas a ir más cómodo, la pedalada va a ser más eficiente y vas a prevenir lesiones». También es recomendable llevar un cortavientos para las horas más frías, un impermeable, guantes para bici, crema solar y, para quien las necesite, gafas de sol deportivas.
Además de lo puesto y del equipaje habitual de cualquier peregrino, que debe ser el mínimo posible, hacer el Camino en bici requiere llevar un material específico. «Un par de cámaras —para las ruedas— de repuesto, un kit de reparación de pinchazos, alguna bombona pequeña de CO2 y un kit de herramientas básicas», resume Ismael Labrador. «Son kits muy pequeños que caben en cualquier bolso y se pueden colocar debajo del sillín», añade.
¿Cómo llevar el equipaje? Las alforjas son la solución tradicional. Se deben colocar en la rueda trasera, tras el sillín, y repartir el material en dos paquetes «para que el peso esté equilibrado», indica Labrador. «También existen bolsas de accesorios que se pueden colgar en el cuadro de la bicicleta», añade. Desde Tee Travel, donde cuentan con una oferta de alquiler de alforjas, explican que cada vez son más los peregrinos han dejado de usarlas y, en su lugar, contratan el servicio de transporte de mochilas.
Planificación: qué ruta elegir y cómo dividir las etapas
A la hora de planificar el Camino en bici, hay que fijarse más en el tipo de servicios que hay a lo largo de cada etapa. Por ejemplo, es importante comprobar que en el pueblo donde se vaya a dormir haya algún taller por si fuera necesario solucionar alguna avería. En cuanto al alojamiento, tanto desde Tuvalum como desde Tee Travel recomiendan buscar aquellos que se engloban en la categoría bike friendly. Suelen tener un lugar seguro donde guardar la bicicleta e incluso para lavarla al final de la jornada.
En cuanto a qué ruta elegir, en Tee Travel recomiendan que los bicigrinos primerizos opten por el Camino Francés, el Portugués o su variante por la Costa, ya que no tienen grandes desniveles y están bien señalizados. «Además, cuentan con tramos específicos para peregrinos en bici en zonas donde el sendero es dificultoso para rodar», añaden.
Sobre qué época del año es más adecuada para pedalear a Santiago, los expertos recomiendan evitar los meses de julio y agosto por el calor y el invierno por la posibilidad de lluvias. «Los meses ideales son abril, mayo, junio, septiembre, octubre e incluso noviembre», dicen en Tee Travel.
Las etapas de los bicigrinos son, por lo general, el doble de largas que las de un peregrino a pie. Así, lo normal es hacer una distancia «de entre 50 y 60 kilómetros» al día, explican en Tee Travel. Sin embargo, como en el caso de cualquier peregrinación, es una cifra orientativa y dependerá de la forma física de cada persona. «Hay que pensar que es un camino largo y vas a estar varios días encima de la bicicleta», recuerda Ismael Labrador.
Preparación: cómo entrenar
Entonces, ¿puede cualquier persona hacer el Camino en bici? «No es un camino muy exigente, no hay excesivas subidas. Por edad es un camino adaptado a todo el mundo, pero hay que tener una forma física. No es lo mismo salir un día a hacer 20 kilómetros que hacer 200 o 300 kilómetros durante una semana. Hay que tener un a cierta preparación», explica Ismael Labrador.
En general, «una persona adulta con capacidad física media lo puede hacer perfectamente», señalan desde Tee Travel, donde desaconsejan hacerlo con niños. Para quienes no están acostumbrados, recomiendan optar por la bicicleta eléctrica y empezar «un entrenamiento dos o tres meses antes, de unos 30 kilómetros al día y con cuestas».
La preparación es, de hecho, un paso imprescindible para cualquier bicigrino, ya que pedalear no deja de ser una práctica deportiva. «Una persona que no esté acostumbrada a hacer deporte lo mejor que puede hacer es un test médico. Comprobar que no tenga ningún problema de tensión, ningún problema cardiovascular…», explican en Tuvalum. Sobre el entrenamiento, recomiendan acudir a algún centro deportivo.
Cuidados durante el Camino
El hecho de estar practicando deporte obliga también a tener una serie de cuidados especiales durante el Camino. «Es importante cuidar la alimentación y la hidratación antes, durante y después de cada etapa. Mucha gente solo bebe y come cuando tiene sed o hambre, pero es un error porque estamos haciendo un desgaste físico continuo y necesitamos que los músculos estén hidratados y con energía», explica Ismael Labrador. En este sentido, indica que lo ideal es beber cada media hora y comer cada hora. Incluso sería recomendable llevar alguna bebida isotónica y barritas energéticas.
Otro de los pasos imprescindibles para los bicigrinos es estirar antes de empezar la etapa, al finalizarla y en cada parada que se haga. Hacer descansos es, de hecho, una de las recomendaciones de los expertos. El número y tiempo dependerá de cada persona, señalan. Lo mismo sucede con el ritmo, que debe permitir al peregrino rodar de forma cómoda, explican en Tuvalum. «También es muy importante saber regular la altura del sillín y del manillar porque rodar con una talla o una altura inadecuada acaba derivando en lesiones», añaden.
Seguridad vial: extremar las precauciones
Sobre la seguridad en el Camino, en Tuvalum prefieren prevenir y recomiendan hacer una revisión a la bici antes de salir: «Llevarla a un taller mecánico y comprobar que los frenos y la suspensión funcionan bien, la presión de las ruedas y que la transmisión esté bien lubricada».
Una vez se ha comprobado que la bicicleta está en perfectas condiciones —un paso que se omitiría si se tratara de un vehículo alquilado a alguna agencia—, hay una serie de pautas que es bueno cumplir para mantener la seguridad durante la ruta. En primer lugar, si hay un tramo específico para bicigrinos es recomendable utilizarlo, ya que se trata de una alternativa a zonas de grandes desniveles o con barreras arquitectónicas.
En los senderos que se comparten con los peregrinos a pie, hay que cuidar la velocidad y utilizar el timbre —o la voz en su defecto— para avisarlos antes de adelantarlos. Si se pasa por alguna carretera, «tienes que ir bien visibilizado y pegado a la parte derecha», explican en Tuvalum. «Se trata de actuar como en cualquier otro momento de tu vida que vas en bicicleta: llevar casco, ropa reflectante y luz. Quitando algunos tramos pequeños, no pasas por carreteras de gran afluencia de tráfico», resumen en Tee Travel.
¿Cómo actuar en caso de lluvia? Parar o no parar es decisión de cada persona y de cómo esté el terreno, indican Ismael Labrador. «Si está muy embarrado y hay riesgo de resbalar es mejor parar», matiza. «Extremando las precauciones no hay ningún problema. El Camino se puede hacer perfectamente con lluvia, con viento… Pero hay que tener en cuenta que el terreno está resbaladizo y tener precaución con las cuestas abajo», explican en Tee Travel. «Si hay una alerta meteorológica, no se sale, claro», añaden.
Lesiones frecuentes y cómo tratarlas
Pese a los cuidados y las precauciones, siempre puede surgir alguna lesión. Igual que a un peregrino a pie le pueden salir ampollas aunque use vaselina, un bicigrino puede resbalar aunque circule con cuidado. «El mayor peligro es caer y hacerse una herida. No es lo habitual pero puede pasar», explican en Tee Travel. Por eso, recomiendan llevar un botiquín con agua oxigenada o suero, gasas, un rollo de tiritas para cortar y algún antiséptico (tipo Betadine).
Aparte de las caídas, las lesiones más frecuentes en bicigrinos «suelen ser dolores articulares, en rodillas y muñecas, y dolores de espalda», explica Ismael Labrador, que recuerda la importancia de regular bien la altura del sillín para evitar estos problemas. «Si es una lesión que te duele mucho lo mejor es parar, ir a un fisioterapeuta o un masajista, ya que si la fuerzas puede derivar en una lesión más grave. Lo bueno del Camino de Santiago es que cada pocos kilómetros hay hospedajes y lugares de apoyo», añade.
Cómo solucionar las averías
Lo mismo sucede con las averías. No tienen por qué producirse, pero es importante saber cómo actuar por si acaso. Aún así, hay algunas formas de prevenir algunas como los pinchazos. «Hay un tipo de ruedas que se llaman tubeless. No llevan cámara de aire, sino que llevan un líquido dentro. Cuando pinchas, el líquido sale por agujero, sella la cubierta y puedes seguir circulando», explican en Tuvalum.
Otras de las averías más frecuentes se producen en la cadena, que puede llegar a romper. Para estos casos, Ismael Labrador recomienda llevar un kit de reparación específico conocido como «eslabón rápido». Además, aconseja incluir un lubricante por si se secara alguno de los elementos de la bicicleta.
Para quienes prefieran no aventurarse y hacer de manitas, las agencia de viajes cuentan con servicios de asistencia que cubren estas averías. «Si al cliente le surge cualquier imprevisto, un compañero acude al donde donde se encuentra. Si ya está en el pueblo, se le indica cuál es el taller de confianza», explican en Tee Travel.
Desde la agencia barren para casa y recomiendan contratar a alguna empresa que organice el Camino: «De lo que se trata es de vivirlo y disfrutar de la mejor forma posible, que solo te tengas que preocupar de pedalear». Publicidad aparte, recuerdan que es año Xacobeo y no es aconsejable ir a la aventura: «Es mejor organizarlo de antemano, aunque sea de forma personal, porque hay fechas para las que ya no hay disponibilidad de alojamiento». Un consejo similar dan en Tuvalum: «No es un reto deportivo ni nos van a dar ningún maillot amarillo por llegar el primero. Se trata de disfrutar del Camino».